En el dinámico panorama de la investigación, el desarrollo y la innovación (I+D+i), España ha emergido como un actor destacado, impulsando el crecimiento económico y la competitividad a través de un sólido ecosistema de innovación.
En este artículo, exploraremos las fortalezas del ecosistema de I+D+i para invertir en España: deducciones fiscales y ayudas a actividades de I+D+i, auge de la innovación abierta liderada por las grandes corporaciones o aumento de los registros de patentes, los cuáles ponen de manifiesto un ecosistema innovador en crecimiento que hace de España un destino atractivo para la inversión en I+D+i.
El mercado español, muy receptivo a las innovaciones empresariales en I+D+i
Según el European Innovation Scoreboard del año 2019, España destaca en el impacto de ventas de innovaciones nuevas en el mercado, ocupando el segundo puesto en Europa, lo que deja entrever el éxito del país en la comercialización de nuevas ideas y productos.
En esta línea, el sector empresarial se ha erigido como un motor clave para la I+D+i en España, con un aumento significativo del 8,2% en la inversión, así como en el caso de las grandes multinacionales establecidas en el país, que representan el 38,4% de la inversión empresarial.
Tal y como señala Thomson Reuters, el 90% de las principales empresas del campo de la I+D poseen una filial en España, lo que sitúa al mercado español en una posición privilegiada con respecto a las innovaciones empresariales.
España se posiciona entre las grandes economías de Europa que financian proyectos de I+D+i
Dentro de la Unión Europea, España es el cuarto país que más fondos europeos ha captado destinados a proyectos de innovación, con un aumento notable en el ámbito de la financiación privada. Fruto de su liderazgo científico e innovador, el país ha obtenido 43 millones de euros en proyectos financiados por Horizonte 2020, destacándose como país receptor líder en Europa de este tipo de ayudas.
Detrás de España se sitúan Italia, Alemania y Países Bajos, como los Estados con mayor número de proyectos innovadores en el sector agroalimentario y forestal que han contado con financiación europea. Además, España ocupa el 13º lugar mundial en la recepción de inversores y más de 14.600 empresas extranjeras la han elegido para establecer sus servicios en el país, lo que anticipa que también crecerá holgadamente por encima de la media europea durante este 2024.
Beneficios fiscales y normativas favorables a la I+D+i en España
La fiscalidad favorable de la I+D+i en España, con deducciones fiscales establecidas por ley, atrae a multinacionales y promueve la inversión privada. La normativa también permite diferir las deducciones fiscales para futuros ejercicios.
Entre estas ayudas destaca el Tax Lease en I+D, una vía de financiación basada en incentivos fiscales aplicables a la investigación, el desarrollo y la innovación, que permite canalizar inversión privada al ecosistema investigador e innovador.
Este instrumento permite a las empresas que realizan proyectos de I+D obtener una financiación parcial de los mismos gracias a la inversión de empresas privadas, las cuales se benefician de una rentabilidad financiero-fiscal a través de la aplicación de créditos fiscales.
Fortalezas del ecosistema I+D+i en España
En los últimos tres años, España ha experimentado crecimiento exponencial en inversión en I+D, superando el crecimiento del PIB nominal. Esto indica un aumento en la importancia de la innovación en la estructura productiva del país, que ha sido posible gracias a un ecosistema sólido compuesto por:
- Deducciones fiscales y ayudas para actividades de I+D+i, donde el Tax Lease se erige como una vía de financiación privada.
- Impulso de la innovación abierta, liderada por grandes corporaciones.
- Crecimiento en el registro de patentes, reflejando un ecosistema innovador en expansión.
- Entorno favorable para la contratación de talento, con bonificaciones en la Seguridad Social.
- Protección sólida de la propiedad intelectual.
- Liderazgo en el uso de datos abiertos.
En definitiva, el ecosistema de I+D+i en España ha experimentado un notable crecimiento y desarrollo en los últimos años, impulsado por inversiones empresariales, financiación internacional y políticas favorables. Con un entorno propicio para la innovación y una serie de fortalezas competitivas, España se ha posicionado como un entorno propicio para avanzar en el área del conocimiento y la competitividad, contribuyendo así al avance económico y tecnológico tanto a nivel nacional como internacional.