Durante los años 90 del siglo pasado, el término AIE se dio a conocer en nuestro país con el objetivo de incentivar la competitividad de los astilleros. 30 años después continúa presente en nuestros días, aunque aplicado a otros sectores y con una connotación distinta.
Hoy en día las AIE están muy presentes en sectores como el audiovisual, el I+D+i o las artes escénicas y son fundamentales a la hora de desarrollar y llevar a buen término gran parte de los proyectos. Descubre en este artículo a qué hace referencia el término y por qué son tan importantes en la actualidad.
¿Qué entendemos por Agrupación de Interés Económico?
Se conoce como Agrupación de Interés Económico a una sociedad mercantil que tiene como finalidad facilitar el desarrollo o mejorar los resultados de la actividad que desarrollen sus socios. En concreto, el objetivo de la agrupación de interés económico se limita exclusivamente a una única actividad económica auxiliar a la que realizan sus socios.
Las AIE están reguladas por la Ley 12/1991, de 29 de abril, de Agrupaciones de Interés Económico y cuentan con personalidad jurídica propia, aunque no tienen ánimo de lucro para sí mismo. Esto significa que no pueden disponer de participaciones en sociedades que sean miembros suyos, ni dirigir o controlar directa o indirectamente las actividades de sus socios.
¿Quiénes pueden formar parte?
Esta agrupación solo la pueden constituir personas que realizan actividades empresariales, agrícolas o artesanales, así como entidades no lucrativas dedicadas a la investigación y personas que ejerzan profesiones liberales.
A nivel legal, la ley exige que haya un mínimo de dos socios para constituir la agrupación de interés económico. Sin embargo, no establece un capital mínimo inicial a aportar por cada una de las partes, por lo que cada socio elegirá con total libertad el importe que desee invertir.
¿Cuál es la finalidad de las AIE?
Tal y como comentamos en los párrafos anteriores, el principal objetivo de las Agrupaciones de Interés Económico consiste mejorar los resultados de las actividades principales que llevan a cabo sus socios. Al asociarse por un mismo fin, las empresas consiguen lograr objetivos que de otra manera no serían posibles.
Además de incrementar los resultados, las AIE permiten reducir costes, dividir recursos y compartir conocimiento especializado, lo que supone una ventaja a la hora de acceder a más oportunidades de negocio en el mercado. Pero, sobre todo, la importancia de estas Agrupaciones reside en su labor de servir como puente entre inversores y empresas dedicadas a actividades fiscalmente incentivadas que no tienen capacidad para acceder a estos incentivos. En este sentido, la AIE permite hacer una transferencia de estos incentivos fiscales hacia aquellos inversores que sí pueden aprovecharlos.
¿Qué pasos debemos seguir para constituirla?
El proceso de constitución de una Agrupación de Interés Económico se divide en dos etapas: escritura pública e inscripción en el Registro Mercantil.
En primer lugar, para formar una A.I.E es obligatorio redactar y firmar la escritura pública de constitución. En dicho documento deben figurar los siguientes datos:
- Identidad de los socios que participan en la agrupación.
- Confirmación de la voluntad de los partícipes de formar la nueva sociedad.
- Capital social aportado, en caso de existir. En ese caso, se deberá informar sobre la cantidad de capital aportado por cada socio, y la forma en que se presenta, ya sea mediante aportaciones monetarias, bienes o derechos.
- Denominación social.
- Objeto social.
- Capital social aportado, en caso de existir. En ese caso, se deberá informar sobre la cantidad de capital aportado por cada socio, y la forma en que se presenta, ya sea mediante aportaciones monetarias, bienes o derechos.
- Domicilio social de la sociedad principal y de sus sucursales, si las tuviera. El domicilio debe establecerse en España.
- Fecha en que la sociedad va a iniciar sus actividades.
- Duración acordada para el desarrollo de sus operaciones.
- Identidad de los administradores.
Asimismo, se podrá incluir otra información adicional en la escritura pública si así lo requieren los miembros de la Agrupación.
El siguiente y último paso de carácter obligatorio consiste en dar de alta a la Agrupación de Interés económico en el Registro Mercantil.
¿En qué circunstancias podemos disolver la Agrupación?
- Decisión de los socios, adoptada de forma unánime.
- Expiración del plazo determinado en la escritura para la realización de sus actividades.
- La agrupación se ha declarado en concurso de acreedores y se ha abierto la fase de liquidación.
- Por haber finalizado la actividad que dio origen a la Agrupación.
- Por imposibilidad de finalizar la actividad para la que fue creada.
- Los órganos sociales se han paralizado, haciendo imposible que la agrupación siga funcionando.
- Abandono de los socios, quedando solo uno en activo (debe haber dos socios como mínimo).
- La actividad de la sociedad ya no se ajusta al objeto para la cual fue creada.
Financiación de Proyectos de I+D mediante Tax Lease: un ejemplo real y exitoso de aplicación de AIE
En Kaudal usamos las Agrupaciones de Interés Económico para ayudar a empresas tecnológicas a obtener fondos para sus proyectos de investigación, desarrollo e innovación, transfiriendo sus incentivos fiscales a inversores que quieren contribuir a impulsar la ciencia y la tecnología, mediante el instrumento de Tax Lease.
Pero, ¿en qué consiste el Tax Lease? También conocido con el nombre de Mecenazgo Tecnológico, es una herramienta de financiación que permite a inversores privados y empresas ajenas colaborar juntas para beneficiarse mutuamente por medio de una operación triangular o en tres partes.
De esta forma:
- Los Inversores o Mecenas participan en la AIE, aportando capital a la misma.
- El Investigador o Empresa de I+D desarrolla el proyecto I+D por encargo de la AIE, facturando a la AIE por sus servicios.
- La AIE es titular del proyecto I+D y aplicará los créditos fiscales correspondientes al mismo. Aquí es donde entra en juego el papel de Kaudal, gestionando el proceso de principio a fin, garantizando la seguridad y proyecto y asegurando que ambas partes aportan y reciben lo acordado.